Descripción
Puede ser que lo del zero waste y los beneficios para el planeta te suenen a gloria, pero que aun no veas demasiado claro lo de ducharte con una esponja natural de luffa hecha de calabacines…
¡No hay problema! Tú sigue leyendo y saldrás de dudas.
¿Por qué nos encanta esta esponja?
- Porque es la alternativa verdaderamente ecológica a la esponja sintética, ya que en las cosechas de luffa no se usa ningún producto químico ni herbicidas. ¡Ni siquiera productos fitosanitarios legales!
- Porque es biodegradable y compostable, ¡y eso son buenas noticias!
- Porque es delicada. Parece rugosa, pero en cuanto se humedece es súper suave y podrás usarla sin miedo. ¡Pero cuidado! No está recomendada si padeces de dolencias en la piel (eccemas, psoriasis, etc.) o problemas como flebitis o varices.
- ¡Porque es local y responsable! Se cultiva de forma artesanal en Pontevedra, en pequeñas fincas cercanas al centro de tratamiento y preparación del producto y para su cultivo solo utilizan materiales reciclables y biodegradables.
- Porque es artesanal. Se recolecta manualmente y se limpia usando técnicas mecánicas y aguas termales de Caldas. Después se cose a mano y se le añade una banda elástica para facilitar el agarre.
- Porque tiene un montón de efectos positivos sobre tu cuerpo:
- estimula el sistema linfático y ayuda a eliminar toxinas, evitar la acumulación de grasas, la celulitis y el acné.
- elimina células muertas y toxinas.
- mejora la circulación y la firmeza de la piel, permitiendo que respire.
- acelera las terminaciones nerviosas de la piel, reduciendo el estrés y aliviando contracturas.
¿Cuánto mide la esponja natural de Luffa ovalada exfoliante ?
- Longitud: 15,5 cm. aprox.
- Anchura: 11,5 cm. aprox.
¿Cómo debes usar tu esponja de luffa?
Debes saber en primer lugar que es algo más rígida que las esponjas tradicionales. Irá ablandándose con el uso, no te preocupes. Y puedes usarla con nuestros jabones sólidos.
- Si quieres usarla en seco, como en los rituales ayurvédicos, puedes cepillarte con ella suavemente de 2 a 5 minutos (más tiempo podría irritar la piel). Empieza desde la planta de los pies subiendo hacia el corazón, y ten cuidado en las zonas más delicadas, como el pecho. Este masaje te activará por la mañana y te relajará por la noche. Puedes intensificar la exfoliación echando un poco de sal marina sobre la esponja. Al terminar, dúchate para eliminar células muertas.· Si la quieres usar como una esponja tradicional, humedécela bien para que se ablande y masajea con ella el cuerpo con movimientos circulares de 2 a 5 minutos.
- Después de usarla, aclárala, escúrrela y déjala que seque al aire. Posteriormente, guárdala en un lugar seco.
- Si necesitas limpiarla después de un tiempo, puedes lavarla en la lavadora a 30º, y cada cierto tiempo meterla húmedo en el microondas unos 10-20 segundos. Así eliminarás las bacterias que puedan haberse generado.
- Si detectas que la esponja cambia de color o empieza a producir olores, es el momento de reemplazarla por otra. Échala en tu compostera y deja que siga su ciclo.
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